sábado, 16 de abril de 2011

Esto es todo lo que sé


Es un sacador de sonrisas,
un provocador de carcajadas en serie.
Generador de endorfinas,
oxitocina y serotonina en vena,
(¿que para qué quiero yo más medicina?)

Tiene un tacto delicado y elegante
y una lengua dulce que acaricia
con una ternura que ya lamentablemente no se estila,
de esa que cuando me besa me estremece.

Son sus ojos dos cristales opacos, desgastados,
que no me dejan ver lo que hay detrás,
pero se encienden siempre, vivos,
si se alejan entre sí las comisuras de sus labios.

La longitud de su pelo es suficiente
(ideal, sería más exacto)
para agarrarlo fuerte como crin al galope
y aguantar bien la carrera sin tocar el suelo antes de tiempo.

(“Tú me sacas una cabeza, juntando los años, sumamos sesenta”
canta la Caramés desde mi cuarto.)


Esto es todo lo que sé por el momento
y empecé a echarme a temblar cuando sabía sólo la mitad.


martes, 12 de abril de 2011

El pingüino

 
Para que luego digan que no rimo, ahí va, en asonante. Ea, que tiene guasa hasta el dibujo. ;p


Él me regaló un pingüino
y me alegró la semana.
Me besó como hace siglos
que nadie así me besaba.

Él me regaló un pingüino.
Yo me sentí afortunada,
pero qué suerte la mía
topar con “avis” tan rara.

Yo me lo até a la muñeca
para que me acompañara.
Nos vamos juntos de shopping.
Duerme conmigo en mi cama.
Me lo llevo a Mercadona.
Salimos juntos de cañas.

Así una semana y otra, y…
al coger más confianza
me soltó con cierta sorna
“hace mucho que no llama”.



Cogí a mi amigo el pingüino
pensando en E.T. (“mi caaasaaaaa”)
y le metí en mi nevera
pa´ terminar con la guasa.

(Para guasa la del mango*
riéndose a carcajadas
hasta que cerré la puerta.
Ahora sé que no fallaba.)

No hubo tiempo a despedidas.
Ni vi cómo se marchaba.

Él me regaló un pingüino…
sólo porque le sobraba.

(*) Guiño a los fieles que tengan un ejemplar de Jirones, "El mango que ríe", pieza nº 14, página 26.


domingo, 10 de abril de 2011

Carta de una piedra

Esta danza de telas que bailamos no tiene nombre, no se llama ni se llamará nunca como ellos quieren.
Ellos, si quieren, que miren, aunque no entiendan.

Esto, que es todo lo contrario a matemático (para el que encuentre la palabra la perra gorda) termina devolviéndonos la bofetada para que aprendamos que el espacio, al final, no es infinito. No tiene forma hexagonal ni es cuadrado tampoco. Es tan redondo que ni siquiera nos queda el cobijo de una esquina donde escondernos para mirarnos... aunque no me toques.

Pero ya me conoces, y estoy loca. Lo de conformarse no va conmigo (como tú, que tampoco vienes).

Llevo un rato investigando con el cordón de un zapato, dibujando círculos sobre mi escritorio, repleto de fotos desde donde alguien me mira sin cambiar el gesto, y se devanan los sesos las yemas de mis dedos buscando alguna dimensión desconocida que permita que quepas, porque me muero de ganas por hacerte sitio.

No lo consigo. Ya no me queda nada, salvo tiempo. El tiempo es lo único que me sobra. Dicen que no es material, que no es corpóreo, pero a mí me pesa hasta doblarme la espalda este tiempo que sólo nos sirve como excusa. Este tiempo que cuento cada diez segundos como el que tira de una cuerda, mano sobre mano, sabiéndose una brazada más cerca de no sabe qué, pero con prisa.

Que no nos queda nada... si no me tocas.

Y a mí me toca ahora estarme quieta, creerme escultura, como un mimo, fingir que soy de piedra y que no lato; que no siento, que no te recuerdo ni te extraño.

Simular que soy de piedra y que no respiro, que no vivo contando el tiempo cada diez segundos como el que tira de una cuerda, mano sobre mano, sabiéndome una brazada más cerca de no sé qué... pero con prisa.



lunes, 4 de abril de 2011

Estreno

Cada semana estreno sábanas viejas en mi cama.

De vez en cuando, estreno otras camas viejas con sábanas sin fecha. (No pregunto).



Y muy de vez en muy de cuando, en contadas ocasiones, el destino me sonríe y estreno muchas más cosas del tirón.

Estreno manta en unos brazos y almohada en el pecho que me acoge.

Cosquillas en mi tripa y gemidos nuevos.

Estreno risas, carcajadas y amaneceres con frío en el Madrid antiguo que no cambio por nada.

Así, muy de vez en muy de cuando, en contadas ocasiones,
re-estreno la ilusión de ser amada sin fecha.

(No pregunto).



sábado, 2 de abril de 2011

La noche de los libros


La revista "Madrid en vivo" se hace eco de la programación de la Noche de los Libros, y... ¡ahí estamos! 27 de abril en el Búho Real (C/ Regueros 5) a las 20:00h, mini-recital ajironado

 :)

Seguiremos informando!