Será

Será que la duda me afirma,

que mi pesadilla me arropa a escondidas, y me acuna,

que este vacío me queda tan grande que me rebosa el pecho.

Será que siento no pensarte,

que me caigo sola de esta cama

en la que cabríamos los tres.

Será que soplas y me vuelo,

aunque no me lo pidas,

para que se cumpla tu deseo.

Será que te olvido y me calmo.

Será que si te recuerdo me encuentro,

y no soy calmada.

Será que donde nunca estuve,

hecha un ovillo, sin pesarte,

más que en ningún otro lugar, 

me reconozco.

Quedarán por decir todas las cosas

Lo bonito de la poesía es que por mucho que se escriba, siempre queda todo por decir.

¡Feliz día de la poesía, amigos!

Quedarán por decir todas las cosas.

Por más idiomas, por más dialectos,

por más ancestral que sea cualquier lenguaje,

(las palabras que ya estaban antes de llegar nosotros),

por más libros que se hayan escrito y se hayan de escribir…

quedará por decirse casi todo.

Quizá no haya de ser dicho.

Quizá lo importante no deba ser bautizado,

ni siquiera rozado por las palabras

con su fecha de envasado

y su consecuente caducidad.

Quedará por decir, entre otras tantas cosas, cómo te quise,

porque ni poeta ni escritor supo explicarlo nunca en condiciones.

Ni tan siquiera yo, que fui la que te quiso, supe contarlo,

y hoy tampoco podría, aunque supiera, porque ya no me acuerdo.

Quedará por decir, me temo.

Quizá por eso pienso que fue importante.

Sobre Dios

Cuando Dios nos mira… ¿habrá de arrepentirse?

¿Habrá de ser capaz de no cerrar los ojos,

en caso de que párpados tuviera?

¿Se reirá Dios cuando nos mira?

¿Llorará al mirarnos?

¿Acaso nos mira Dios?

 Aun después de este fracaso, ¿querría mirarnos?

¿Seremos apenas dignos de su pena,

en caso de que Dios alma tuviera?

¿Tendrá alma Dios?

¿Habrá Dios?

¿Y a quién, si no, cargamos con la culpa?