Nos nació atrofiado este cariño,
mas qué podemos hacer que ya no hagamos…
Terminaremos los dos por no mirarnos,
dándonos las buenas tardes por respeto.
¿Apostamos?
Mejor no hacer, amor.
Como hasta ahora.
Y cuando, entre copa y copa
se nos desborden las ganas
tirar de escoba;
Barrerlas y ocultarlas,
condenarlas al olvido,
esconderlas con tino debajo de la alfombra
con las otras,
para que hagan compañía a las ganas viejas
y así no se sientan solas.
No me preguntes qué sentido tiene
(así barría, así, así…)
tirar de escoba
cuando el polvo se arremolina a su antojo
entre nosotros.
¿Por qué hace tanto que no actualizas? ¿Abandonaste? ¿O te abandonaron ellos a ti, el blog, la poesía...?
ResponderEliminarPorque me he enamorado, querido J, y el desamor me inspira infinitamente más. ;)
ResponderEliminarDe todos modos tienes razón, así que gracias por seguirme y por tu hambre de poesía.
Gracias por tu -pronta- respuesta. Veo que surtió efecto y actualizaste.
ResponderEliminarEnhorabuena, debería decir, me alegro por lo que cuentas.
El desamor inspira más, en eso llevas razón, está claro.
Saludos.