Un minúsculo pedazo de polvo
de la estela de la cola de una estrella
perdida en el vacío.
Abismo.
Osa Mayor apagada. Off.
No hay rumbo:
ni dónde llegar ni cómo.
Soledad.
Detalles. Autenticidad. Dolor.
Siempre seré yo misma
(incluso equivocada).
Siempre seré yo... sola.
(Aunque seguir respirando tenga el mismo sentido
que dejar de respirar en este instante).
Abismo.
Soledad.
SOÑANDO EN ROSA
ResponderEliminarPequeña, pequeña, pequeña, dulce e implacable personilla reflejada en la irrealidad de sus sueños.
La princesa de sueños rosas con ausencia de adhesión. Sin más, locura de pensamiento es.
Un caos de lucidez, ni el más loco desvariaría.
Felicidad o abatimiento, y aún así locura de pensamiento es.
Siempre en duelo con el estado, circunstancias del día a día, ambientes enrarecidos, subidas y bajadas de bravura como el mar en pleno auge.
Sueños con los planetas, viajes en teletransportador. Pura energía desbordada.
El mecanismo necesario para la supervivencia, se enreda con lianas hasta llegar a la desesperación. Todo se contrarresta con la ficción.
Los espejismos de lo más exquisito, siempre conllevan a la fantasía, como resultado, locura de pensamiento es.
Guiñando el ojo izquierdo. Por ese lado soñando y por el otro, la mismísima realidad. Las fotografías mentales de lo más variopinto, como saltando a la comba entre dos mundos. Si el sol y la luna son hermanos, en el guiño se convierten en enemigos.
Imágenes en blanco y negro convertidas a color, el más bonito de la naturaleza.
Frio, calor. La temperatura sube según se acelera el corazón.
El poder de la mente es tal, que se llega a la evidencia.
Flores, mar, luz, azul, blanco, rosa.
Certeza, evidencia, convicción.
Transmutaciones bellas. El poder del retiro sintiendo omnipotencia.
La arana de la vida.
Imposible de aclarar a la raza humana. Vulgares pero importantes inconformismos.
Paciencia
Comprensión
Ilusión
Felicidad, regenerada en realidad.
Nunca despiertes princesa de sueños rosas.
Absolutamente conmovedor...
ResponderEliminarY qué difícil es no depertar algunas veces...
Lástima no saber quién eres. Mil gracias por tus palabras, de corazón.