¡Eureka!
La canción de Andrés Suárez me recordó algo que escribí hace mucho y no lo encontraba. Me ha costado horas y revolver decenas de cuadernos, pero aquí está.
¡Qué cosas! ¡Qué entrañable me parece por sentirlo tan lejano, tan de otra!
Melancolía, quédate donde estés, que no te echo nada de menos... :)
Siempre supe
que tú no eras el hombre de mi vida,
pero ¿qué te costaba disimularlo?
¿Qué más te daba bajar la tapa,
escribirme al día siguiente
o acordarte
de llamarme por mi cumpleaños?
¿Tanto esfuerzo te llevaba
fingir que también pensabas
si nuestros hijos
tendrían tus ojos o mis ojos,
mis labios o los tuyos
o que igual daba,
porque serían guapos por ser nuestros?
Ni a mentir como Dios manda
te dignaste,
ni a jugar a que jugabas
(tonta yo, que te hice un cuento);
Ni me amaste (ni de lejos)
ni lo ocultaste,
ni volabas conmigo
ni te dejaste
enseñar.
Tú no eres de los que vuelan.
De los que aprenden tampoco.
Siempre lo supe.
Supe siempre
que tú no eras el hombre de mi vida…
aunque preferí hacerme la loca
y te quise igual -o más- que si lo fueras.