A veces pasa. No
suele avisar.
Cuando menos
te lo esperas, te enamoras.
Te despiertas
y ahí estás.
Delante de la ruleta, con toda la gente atenta a lo que decidas,
y una voz que
dice firme: “su turno”.
Y te la
juegas.
Y te lo juegas
todo.
Todo al rojo,
Todo al rojo,
(que es el color de
la pasión, y tal...
un poco porque
el negro da como mal fario).
Y no recuerdas desde cuándo tiemblas, o suspiras,
ni desde cuándo
tienes esa sonrisa tonta,
que a más de uno le habría gustado borrar.
Pero ahí
estás. Ya lo has dicho.
No puedes
salir corriendo, ni desdecirte.
No. No va contigo.
Y lo peor es
que ni siquiera de lejos te arrepientes.
Dentro de ti
una voz
(que ahogarías
de saber de dónde viene)
se descojona y grita “¡Verás qué golpe…!”
y tú tragas saliva.
Luego piensas
en su cara
y ella vuelve,
(la sonrisa más estúpida del mundo),
y con ella por montera le
respondes:
“Cierra la
boca, imbécil. Vivir es esto.”
"Cierra la boca, imbecil. Vivir es esto" me ha gustado especialmente ese final. Como la sonrisa tontina se hace fuerte.
ResponderEliminarUn besado, Chuchi!!
Carmen.-
Gracias Chuchi linda!! La sonrisa más estúpida del mundo es muy kamikaze!! 😘
Eliminar*_* woooooooowwww
ResponderEliminarEs prácticamente un orgasmo para el alma
Me encanto
Muchas gracias por compartir nos un pedacito de felicidad en cada post
:D Gracias a ti por estar al otro lado, Erick!. Un abrazo!
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