viernes, 28 de octubre de 2011

Sin argumentos


Hay quien dice que soy la de los versos en la boca, y otro alguien, que soy la de los ojos con cabeza.

Concluyo, pues, que lo que sostienen mis hombros es tan sólo un corazón sin argumentos, que llegó tarde al reparto de razones.

Eso explica a ciencia cierta por qué me sigo chocando con tu ausencia en cada esquina.

martes, 25 de octubre de 2011

Derechos reservados


Tengo los derechos reservados
de una parte de ti (una parte pequeña)
y no caducan.

Me los vendiste (pujé) a plazos.
Saldé mi deuda, intereses incluidos,
y eres mío
(una parte de ti, una parte pequeña),
como un fondo de pensiones que se espera
no cobrar en mucho tiempo.

Una parte de ti es mía,
la escondida, la secreta. Reconoce
que te gusta pensarte poseído, a salvo,
(una parte de ti, una parte pequeña)
entre corchetes, en espacio atemporal.

Tengo una parte de ti en mi patrimonio,
en los “haberes” que ya no se deben nada,
no se piden.

Te atesoro, escondido, entre un par de mis pestañas,
enmascarado.

Así de pequeña es esa parte de ti que es mi fortuna.

sábado, 22 de octubre de 2011

El calcetín


En la torre de Babel se ha perdido un calcetín.
Y yo, contigo.

Y tú conmigo buscando
terminamos de limpieza general,
colocando algunas cosas en su sitio,
tratando de despojarnos de lo que nunca sirvió,


encontrando bajo el polvo lo que nos mantiene vivos,
(voluntariosos esclavos voluntarios,
atándonos concientes las muñecas
en el país que no existe, kamikazes).

En la torre de Babel se ha perdido un calcetín.
Y yo, sonrío.


domingo, 9 de octubre de 2011

Esto no va de amor


Esto no va de amor.
Le suicidamos,
se nos ahogó en un punto suspensivo
y nadie le extrañó durante mucho
(sólo ahora que recuento, me doy cuenta
de que no me acompaña hace ya tanto…)

Esto no va de amor.
Es más perturbación que no se cura,
ni crece ni se va, patología.

Historial clínico de adicción contradictoria,
irracional, absurda, sin sentido.

Esto no va de amor, bien lo sabemos.

Es más una obsesión tonta e inútil,
con la que nadie gana (habita el hueco).
Maleta con cosas rotas que no sirven,
desprendiendo olor a rancio, por el tiempo.

Esto no va de amor. Va más de dados,
de polos que se atraen, de gravedades,
de viajes hacia el tiempo de lo que nunca fue,
de soledades.

De salmones sin río, de manos que se callan,
de dimensiones poco transitadas,
de misterios, de retos, de imposibles.

Esto no va de amor.
Es acertijo
de cuya solución estamos convencidos,
y cuando nos llega el turno, siempre erramos.

Esto no va de amor, va más de anhelos
que tienden a juntarse y si están juntos
no saben bien qué hacer.
Así de triste.

Esto no es más amor;
habita el hueco
pero no tiene sitio.

Nadie gana.


lunes, 3 de octubre de 2011

Lo nuestro


Lo nuestro es una casa en “Nosesabe”
con puerta de entrada, mas sin salida.
Es propiedad que nunca escrituramos,
pacto que ante terceros no valdría.

Lo nuestro es un estudio sin ventana
que con un par de alientos se caldea.
(Recordándonos dónde no estuvimos,
veinte imanes habitan la nevera).

Lo nuestro es un iglú sin radiadores
(por instinto se buscan los abrazos).
Lo nuestro es una cueva en la que a oscuras
pintamos las paredes con las manos.

Lo nuestro es una chocita de paja
tan bien entrelazada que hizo nido.
Lo nuestro es búnker, es lugar seguro
que pide santo y seña, clandestino.

Lo nuestro es una tienda de campaña
con camping gas sin gas. Se nos termina.
Lo nuestro es hormiguero, madriguera,
escondite, agujero, gua, guarida.

Lo nuestro es una cabaña de indios
sin pipa de la paz, señal sin humo.
Lo nuestro es caravana sin licencia
que improvisa un destino inoportuno.

Lo nuestro es una jaula con barrotes
unidos entre sí con plastilina.
Punto de encuentro con el desencuentro,
amor de contrabando, golosina.

Lo nuestro es pajarera sobre un árbol,
haciendo equilibrios en una rama.
Lo nuestro es un refugio al aire libre
(estrellas estrelladas, panorama).

Lo nuestro es sólo nuestro. Un poco tuyo
y otro poco de mí (más, si me apuro).
Lo nuestro sólo es nuestro, de nosotros.

Aunque pensado bien… no es de ninguno.


domingo, 2 de octubre de 2011

Encadenados


Sin violines esta vez, sólo lenguas de trapo empapadas en alcohol de quemar.

Quemando la angustia al ver la arena corriendo en los relojes y no saber atraparla con las manos.

Con las manos ciegas, atando cabos sueltos sin éxito aparente, ni resolutivo, al menos.

Menos de algunas cosas y más de algunas otras (que ni tú ni yo entendemos de medidas).

Medidas drásticas, remedios improvisados a males antiguos, aún latentes.

Latiendo tú, bajo mi cabeza revuelta, que escucha tambores de guerra sin violines.

Sin violines esta vez, sólo lenguas de trapo silenciando las miradas de siempre.