En la torre de Babel se ha perdido un calcetín.
Y yo, contigo.
Y tú conmigo buscando
terminamos de limpieza general,
colocando algunas cosas en su sitio,
tratando de despojarnos de lo que nunca sirvió,
encontrando bajo el polvo lo que nos mantiene vivos,
(voluntariosos esclavos voluntarios,
atándonos concientes las muñecas
en el país que no existe, kamikazes).
En la torre de Babel se ha perdido un calcetín.
Y yo, sonrío.
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