domingo, 18 de julio de 2010
La orilla
Cómo entender lo que siente un náufrago al ver la playa…
Cómo traducir esa mezcla de incredulidad, ilusión y miedo por lo que encontrará.
Cómo evitar el peligro.
Cómo responder a todas las preguntas saliendo ileso.
Cómo garantizar que es mejor desembarcar que seguir perdido.
Cómo asegurarse de que esa isla no supone más amenaza que la de seguir sin rumbo vagando al antojo del viento.
Cómo adivinar si es o no un espejismo.
Cómo explicar que, a pesar de todo, el náufrago, por su naturaleza, siempre se emociona y salta como un loco hacia la orilla…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Arriesgarse es mucho mejor que ir a la deriva. Supongo. (Belén)
ResponderEliminar