cuando la odiáis así.
Yo también intento odiarla
(prescripción facultativa)
al menos tres veces al día,
antes del desayuno, comida y cena,
y algunos días casi lo consigo.
al menos tres veces al día,
antes del desayuno, comida y cena,
y algunos días casi lo consigo.
Es imposible no querer odiarla
cuando aparece,
con su foco portátil,
con esa imperfección tan perniciosa
que a partes iguales la quieres y la matarías;
con su sonrisa de viento de huracán
que te despeina
o te despeña,
o lo que se le antoje.
cuando aparece,
con su foco portátil,
con esa imperfección tan perniciosa
que a partes iguales la quieres y la matarías;
con su sonrisa de viento de huracán
que te despeina
o te despeña,
o lo que se le antoje.
Os comprendo cuando la vestís de trajes verdes
para daros después cuenta
de que no hay color que no le quede bien a la maldita;
cuando reprimís las ganas de aplaudirle
y le giráis la cara.
No es fácil sostenerle la mirada.
Ya lo sé.
para daros después cuenta
de que no hay color que no le quede bien a la maldita;
cuando reprimís las ganas de aplaudirle
y le giráis la cara.
No es fácil sostenerle la mirada.
Ya lo sé.
Comprendo que queráis
odiarla y que la odiéis
si os mira y os sonríe,
y mucho más aún cuando no os mira,
ni os sonríe,
y por encima de todo, si no os quiere.
Os comprendo en parte y en absolutosi os mira y os sonríe,
y mucho más aún cuando no os mira,
ni os sonríe,
y por encima de todo, si no os quiere.
cuando la odiáis así.
Yo, algunos días, casi lo consigo.
Foco portátil. Y de pilas alcalinas...
ResponderEliminarDe las del conejito...
ResponderEliminar