Le das una vuelta y media a la manzana
que es mi cuerpo.
Tú delante de mí, siempre, adelantado.
Por eso yo puedo verte (y hasta amarte) y tú a mí no.
Camino más lentamente, desacelero mi paso,
(no sin esfuerzo),
hasta que me sorprendes por la espalda y me acaricias,
retirando mi pelo con ternura.
Ahí quiero parar el tiempo y olvidar
que tenerte donde estás
no significa otra cosa
más que llevas otra vuelta de ventaja.
(no sin esfuerzo),
hasta que me sorprendes por la espalda y me acaricias,
retirando mi pelo con ternura.
Ahí quiero parar el tiempo y olvidar
que tenerte donde estás
no significa otra cosa
más que llevas otra vuelta de ventaja.
Las vueltas de ventaja solo sirven, para saber que vas primer@, pero no para ser más feliz....Gracias Sonia, Besos.
ResponderEliminarTienes toda la razón... el que ama VIVE. Un abrazo.
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