Si alguna vez me muero,
que me incineren.
Que cuelguen un “gueim ouver” en algún sitio
donde se me vaya a echar de menos un poquito;
lo justo que se recuerda;
lo poco que tarda un cuerpo en enfriarse.
Que me despidan alegremente
de lo que no me haya dado tiempo a despedirme:
de los árboles,
de los “buenos días, sol”,
de las nubes que forman dibujitos;
Del conserje de mi edificio y de mi casero,
del zapatero de abajo
y los camareros de enfrente.
Que no le den muchas explicaciones
a quien me las pidió en vida;
Los que quise,
saben por adelantado lo que tienen que saber.
No he de añadir más nada.
Si me muero alguna vez
no quiero tanatorios
(misas menos)
ni negras ropas ni pañuelos blancos:
cada cual que se sorba el moco donde quiera,
o que no se lo sorba,
a voluntad.
Si alguna vez me muriese
lo que más rabia me daría
sería no poder reírme
nunca más.
¡Cómo me gusta reírme
y cómo y cuánto me río!
¡Cómo me quedo de a gusto
y cómo suena y contagia,
y hace que más gente se ría
y se contagie!
Me va a dar rabia morirme
por perder la carcajada
nada más.
Siempre fui de carcajada libre;
puede que sea lo único libre que tengo
y que jamás tendré.
De todo lo demás soy más esclava:
de mi cuerpo que es regalo, de mi suerte,
de lo que pienso y de lo que sentí.
De esto último no fui libre nunca.
Pero de la risa sí.
Mi risa, siempre.
Me va a fastidiar un rato morirme
por no escucharla,
lo estoy viendo venir…
Si me muero alguna vez
(que no es seguro,
porque nada es cierto nunca hasta que pasa)
que me incineren he dicho
y que a nadie se le ocurra tocarme las cenizas…
que os conozco.
Nada os dejaré, me temo,
digno de sobrevivirme
salvo, quizás, esta risa, que,
si al final muero,
silenciaré.
Nadie pene, sin embargo, por tan absurdo motivo,
que no ha de significar que no me ría:
para cuando me vaya
nadie dude
que habré aprendido a reírme para dentro.
a veces echo de menos un botón que diga "paranoia paranoide" jaja
ResponderEliminarPorque no me caben más botones, pero reconozco que es acertadísimo... Besazo!! :D
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