Me llega
olor a eucalipto
y te
recuerdo.
No tiene
sentido.
Es una
estupidez.
En todos
estos años
no tenemos
un solo recuerdo
que tenga
que ver con eucaliptos.
Creo que ni
siquiera pronunciamos
nunca esa
palabra.
Parece que
hoy me sirve cualquier excusa
para
recordarte
e imaginarme
pidiéndote una camiseta en tu cuarto
y tumbándome
en tu cama a leer un libro
mientras tú debates
con tu ordenador.
Eso es lo
importante:
poder girar
la cabeza y verte.
Que estés.
Y que luego
vengas
y el vaivén
de tu respiración me haga de nana.
Sentirme
“casa” en tus brazos,
a sabiendas
de que aprietan por defecto.
Pero te
escribo y me cuelgas.
Vaya…
No debe llegarte
No debe llegarte
el olor a
eucalipto
desde aquí.
Fotografía de Yanko Peyankov
Fotografía de Yanko Peyankov
Bonito, bonito!
ResponderEliminarGracias bella!! :D
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