Posad, posad, malditos... carnaval de máscaras de la falsa sonrisa, esconded vuestros ascos al mundo, vuestras cicatrices maquilladas, las heridas abiertas que camufláis con tiritas de colores.
Posad, posad, malditos... vestíos con armaduras de hierro que estimáis infranqueables, haceos con las lanzas más largas que seáis capaces de sostener sin derramaros para mantener distancia con el mundo y que no os roce.
Posad, posad, malditos... atajo de plañideras malcriadas bailando vuestra propia danza fúnebre, viendo pasar los días desde vuestra madriguera, maldiciendo al mismo Fausto al que adoráis.
Dobladores de moral, contables del traidor, a veces hacéis que vivir me aburra, que me canse.
Posad, si es vuestro antojo, pero dejad que yo viva con la piel desnuda, en carne viva.
Odiadme, si os complace, porque si queréis guerra, la tendréis.
Posad, posad, malditos... atajo de plañideras malcriadas bailando vuestra propia danza fúnebre, viendo pasar los días desde vuestra madriguera, maldiciendo al mismo Fausto al que adoráis.
Dobladores de moral, contables del traidor, a veces hacéis que vivir me aburra, que me canse.
Posad, si es vuestro antojo, pero dejad que yo viva con la piel desnuda, en carne viva.
Odiadme, si os complace, porque si queréis guerra, la tendréis.